Notas de la Herborista

TIMBÓ, EL ÁRBOL QUE PUEDE ESCUCHARNOS

✿ En mi caminata, alguien susurra que le tome una foto, y ahí estaba el Timbó solitario, orgulloso frente a la cámara. Se expande de manera horizontal, como queriendo cobijar a los transeúntes. En la selva paranaense crece verticalmente y llega a ser uno de los árboles más altos. Sus hojas parecen pequeños racimos de uva.

 ✿ Según la leyenda, un famoso cacique guaraní llamado Saguaá adoraba a su hija Tacuareé. Ella se enamora de un cacique de una tribu lejana y abandona a su padre, quien desesperado sale a buscarla. En su búsqueda afronta peligros y en su desesperación cree escuchar sus pasos en la selva, por lo que apoya frecuentemente el oído sobre la tierra. Ya al límite de sus fuerzas, cae rendido por la fiebre y muere con la oreja pegada a la tierra. Cuando tiempo después los hombres de la tribu lo encuentran, descubren que su oreja está unida a la tierra, por lo que debieron cortarla para rescatar el cuerpo. La oreja había echado raíces y dió origen al Timbó (Enterolobium contortisiliquum) o “Cambá Nambí”, que en lengua guaraní quiere decir “oreja negra” u “oreja de negro”, característico por sus frutos en forma de oreja. (*Fuente: Museo Jardín Botánico Prof. Atilio Lombardo, Uruguay).

✿ Finalmente, comprendí que era cierta la vieja creencia de que los árboles pueden escucharnos. El Timbó no sólo me ofrece sus frutos de orejas negras como confidentes, también me responde desde algún sitio al que no puedo acceder. Bajo su copa, todo es calma, brisa suave y milagros.

Cariños, Eleonora.💚

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